Cantante,
compositor, flamante actor y productor, está presentando su primer proyecto
solista, El piloto ciego, un reflejo de la sencillez de su persona
hecho música. No se queda quieto y se justifica por estar en constante cambio:
“Me tomo el
atrevimiento de adjudicarme una frase que me dijo un amigo mío que es psicólogo
forense como un elogio, 'lo que pasa es que vos sos una mente lúcida'”.
Nació en Buenos
Aires en julio de 1981 y lo anotaron como Miguel Sosa, pero dice
identificarse más con Abril que con el nombre que en verdad
aparece en su documento. Es que tiene tanto arte adentro que hasta su forma de
hacerse llamar tenía que ser artística.
Lector y escritor
empedernido, se considera un trovador y explica: “La trova que nace de Cuba
está muy emparentada con lo que yo familiarizo con mi música, que son la
literatura y la poesía. Un trovador no es ni un poeta ni un músico, es una
mezcla de eso. Músico más poeta da trovador”.
-Nombrás aSilvio Rodríguez, Luis Alberto Spinetta y Gustavo Cerati como trovadores, ¿qué
son ellos para vos?
-Son un
torrente de inspiración todo el tiempo, también Miguel Abuelo y FedericoMoura. Si bien yo soy más de los ‘90, bueno, yo soy de todos los tiempos,
pero empecé a escuchar música en los ‘90, que fue una camada rockera, pero
también tenía mi costado de los ‘80 y, más que Sumo, escuchaba
a Soda Stereo, Virus, Los abuelos de la nada y Spinetta,
ellos son como estos trovadores, buscadores de belleza que me fascinan, creo que
no paso una semana sin escuchar a alguno de ellos.
-En tu costado
poeta hacés mucha referencia a temas como la muerte, el amor, el miedo y la
vida, ¿qué te lleva a escribir en esa dirección?
-En un punto
siento una obsesión por la muerte, porque es otro de los cambios de la vida.
Cuanto más consciente soy de la muerte, más consciente soy de las personas que
amo, de todo lo que hago, hasta del vaso de agua que tomo. Quizás por esa
consciencia no me considero una mala persona, tengo una consciencia de bondad
que es más existencial que otra cosa, no tengo ninguna finalidad. Pero sí, creo
que todas mis letras nombran a la muerte alguna vez porque creo que, junto con
el amor, es de las cosas más interesantes. Hay algo que dijo Osho,
que es un gran pensador muy mal interpretado pero que quizás sea el tipo más
inteligente en la historia de la humanidad, y era que está bien que se enseñe
geografía y matemática en las escuelas, pero se tendría que enseñar amor, o
felicidad, porque realmente la búsqueda es esa, ó el sentido de la muerte. La
religión de la vida es entender la muerte.
-¿Y vos con
que religión te identificás en tu búsqueda?
-Me inclino
para el zen, una religión que no tiene dogmas ni doctrinas, no
tiene texto sagrado, no opina de nada, simplemente hace una apología de la
vida, una religión de la vida. Pero bueno, quizás sea inmortal, no lo sé.
-¿Te gustaría?
-No, no. Sería
terrible, ¡qué locura! No, debe ser un asco.
Aunque cuando se
escucha su nombre se lo relaciona con la música, Abril es casi
más literario que musical. “Es muy loco, porque en mi casa no se leía, de
hecho creo que no había más que la Biblia y un Martin
Fierro ahí perdido. Siempre fui de juntarme con gente más grande, una
cualidad que se dio naturalmente, y tenía un amigo que estudiaba medicina, más
grande que yo, y su padre era muy fanático de Jorge Luis Borges y
siempre nos leía, y me terminó regalando una edición de Ficciones que
todavía conservo. Empecé por ahí, Borges fue mi despertar”.
Por esos
años, Abril ya formaba parte del grupo de rock CatupecuMachu como baterista, a los 14. Más tarde bautizó CuentosBorgeanos a su nueva banda en homenaje al poeta, a los 20. Hoy, además
de organizar lecturas colectivas que él mismo encabeza, se propone llevar a
cabo un taller titulado ¿Cómo leer a Borges? que seguramente
ocupará parte de su 2013.
-¿Cuál es tu
postura frente a las formas digitales de leer?
-Ahora me
estoy abriendo, pero soy muy amante del libro, tengo una gran biblioteca. Cuando
me fui a vivir a Nueva York, en mi casa se quedó el primo de mi ex novia, y le
dije 'la casa destruíla. Usá todo, usá mi ropa, abrí instrumentos, no me
interesa, pero lo único que te pido por favor es que mis libros no salgan de
acá. Usalos, leelos pero no se los prestes a nadie'. Es muy importante
cada libro para mí, y hoy sé que me faltan un montón.
-¿Cuál te dio
más bronca perder?
-Rayuela, de JulioCortázar, que en realidad se puede conseguir, pero tenía un amor por esa
edición especial, tenía cosas subrayadas, en la mayoría de los libros tengo
cosas subrayadas. También perdí otras rarezas, tenía dos ediciones de Elastillero, de Juan Carlos Onetti, y uno falta.
También otro libro de unas conversaciones con Borges que está
re bueno, de una serie de programas de radio con Osvaldo Ferrari,
que se transcribieron, con un Borges súper grande, que es un
buda, un maestro, una de esas también desapareció, me quiero matar.
-Tenés una
pequeña obsesión con tus libros…
-Sí, tengo
como un TOC. Con los discos no me pasa tanto, los tengo diseminados por todos
lados, los presto. Ahora me pasa que tengo un disco, me lo bajo a la
computadora, de vez en cuando backupeo todo a un disco rígido
y de ahí al Ipod. Ya no escucho más discos, si se me llega a romper la computadora
ya no tengo con qué leer cd's en mi casa. Ahora estoy copado comprándome
vinilos, pero tampoco tengo dónde escucharlos.
No se cree la del
rockstar, por eso, después de varios años de carrera sigue sintiéndose parte
del under, aunque no niega que le gustaría que su arte, tanto como
compositor como productor, llegara a ser comercial. “Es muy difícil, porque
cuando tenés que hacer algo con una finalidad comercial, está esa cosa genuina
que es hacer música y además hay que adherirle lo falso que hace que sea
comercial. No puedo hacer una canción con un perfil, por eso me costaría. Me
gustaría, pero me costaría. Me gustaría producir a alguien como AlejandroSanz, por ejemplo, que tiene un costado muy popular, porque hizo grandes
canciones, pero es real, verdadero, tiene contenido”.
La actualidad lo
va moviendo, vive a fondo su feliz presente y no piensa en lo que quedó atrás.
“Tengo un defecto que a veces termina siendo beneficioso, soy una persona
con muy mala memoria, entonces me olvido de todo. No soy ni de aferrarme al
pasado ni de recurrir al pasado, ni siquiera para las cosas buenas. Siento una
talidad tan fuerte con el presente que siempre estoy situado ahí”.
-¿Qué recordás
de las épocas de Catupecu y Cuentos Borgeanos?
-No sé, nada
en particular, ni bueno ni malo, si tengo que recordar algo tendría que ser
algo específico, pero algo que recuerde, no; las sensaciones son más presentes.
Con Cuentos también, aunque estamos como en un descanso, es
presente. Son como un recuerdo presente más que '¡uy!, te acordás cuando...'
No tiene nada de malo, pero a veces estoy tan emocionado con el presente que
tiendo a olvidar lo pasado o a no pensar en ello.
-¿Cuál es tu
relación con Catupecu hoy?
-Quizás
tuvimos una buena relación después de que me fui, pero eso se fue poniendo más
áspero con el tiempo, justamente porque en el momento que yo me fui de Catupecu,
fue por diferencias musicales, ideológicas, que incluso ahora de alguna forma
confirmo, porque yo escucho Catupecu y no es una banda que me
guste escuchar, menos el Catupecu actual. Éramos muy amigos
con Fernando y Gabriel (Ruíz Díaz), pero
con Fernando tengo mis diferencias, no lo veo más y Gaby está
en su estado... (Gabriel, bajista de Catupecu Machu,
está recuperándose lentamente de un accidente automovilístico grave por el que
se encuentra alejado de los escenarios desde marzo de 2006).
-¿Cómo te
afectó el accidente que sufrió Gabriel?
-Fue muy
triste, sigue siendo muy triste, por eso, no recuerdo ni las cosas buenas ni
las malas, pero cuando me acuerdo de Gaby es muy triste, es una situación
horrible. La sufrí mucho hasta que entendí, hasta que te dejás llevar y
entender, y empezás a limpiarlo, pero sufrí mucho. De hecho Felicidades y
otros temas más los escribí pensando en él, en su situación, es muy duro, y más
después de tantos años.
-Hoy Cerati
está en la misma...
-Sí, lo
de Cerati es una locura. Pero de última, es una cosa muy
tonta, pero pienso que Cerati recontra vivió, giró por todo el
mundo, tocó, vendió muchos discos, se drogó, amó, dejó, hizo todo. Pero es una
tontería, por eso digo que la existencia o la felicidad no es acumulativa, no
sos más feliz si tenés más cosas ni sos más feliz si tenés muchos días felices.
Por eso hablo de la talidad del presente, es una explosión de instantes, podés
vivir un año de tu vida intenso y podés vivir cien años sin que pase nada. Por
eso, lo que más busco yo es la profundidad del instante, por estas cosas,
porque la vida es esto nada más, ni un año más, ni cinco, ni cien, ni para
atrás tampoco.
Verdad oculta
Un saludo: Un saludo muy grande para todos
Un disco: Ok Computer de Radiohead
Una película: Cualquiera de Godard
Una comida: Una palta, sola, con cuchara
Una palabra: Consciencia
Un adjetivo
para tu pasado: Pasado
Una prenda de
vestir: Borcegos
Un
objeto: Una
guitarra
Un amigo: Borges
Un adjetivo
para tu presente: Feliz
Un
sueño: Despertar
Un
temor: Despertar
Un adjetivo
para tu futuro: Cambio
Un
lugar: El
universo
Un medio de
transporte: La
bicicleta
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