jueves, 14 de julio de 2011

Rock and Grohl

La oportunidad de ser el ícono del rock de los ’90 cuando apenas comenzaba en Seattle con Nirvana se le escurrió de las manos cuando en pleno apogeo de la banda, el vocalista Kurt Cobain decidió -inducido sabe Dios por qué diablos- terminar con su vida volándose los sesos con una escopeta, lo que provocó, por obvias razones, la disolución del conjunto. Pero el rock le dio revancha. Hoy Dave Grohl es reconocido por sus propios logros, más allá de Nirvana, más allá de Seattle y más allá de Cobain.
David Eric Grohl nació el 14 de enero de 1969 en Ohio, Estados Unidos, y con sus 42 años de vida ya le sobran los motivos por los cuales el público rockero lo idolatra. Actualmente es la voz de Foo fighters y el baterista de Them crooked vultures, proyecto alternativo que formó en 2009 con Josh Homme, guitarrista de Queens of the Stone Age y John Paul Jones, bajista de Led Zeppelin.
Su carrera comenzó en 1980, luego de que sus padres se mudasen a Alexandria, Virgina, un distrito cercano a Washington D.C., donde se involucró primero en el punk-rock y formó Freak Baby siendo él mismo guitarrista y más tarde se unió a Mission Impossible. Pero la bisagra musical para Grohl sin dudas fue la batería. Al unirse a Scream cambió su posición de guitarrista para irse al fondo del escenario. Esto le valió su entrada a Nirvana y, paradójicamente, fue la llave para que hoy su nombre signifique mucho más que “el baterista de”.
Histriónico, teatral, cómico, es un músico polivalente no sólo en la ejecución de instrumentos sino también por su capacidad artística. Los videos de la banda lo muestran como un gran actor, aunque nunca demostró la intención de participar en algún proyecto cinematográfico. Al respecto, Leonardo Ferri, periodista que ha publicado varias notas relacionadas con Dave Grohl y sus andanzas musicales en la revista Rolling Stone, dice: “Es un gran actor, definitivamente. Si uno mira los videos puede pensar que Grohl podría actuar en una película, pero personalmente no creo que lo haga, porque él se considera definitivamente un músico, y los videos son en parte sólo para divertirse con la banda”.
El hombre rock del momento transpira actitud. Con guitarra al hombro, pelo largo, barba crecida y los brazos tatuados casi en su totalidad, sale a comerse el escenario como buen frontman. Canta, grita, aplaude, se queda sin voz, masca chicle todo el tiempo y declara que la goma de mascar es una adicción. Ya es un tic de Grohl. Cualquier tipo, cualquier marca, pero la necesita para que su garganta no se seque.
Entre sus tantas aristas aparece el Dave Grohl paternal, que declara que el nacimiento de sus hijos le abrió los ojos a un mundo nuevo, que ya no escribe de la misma manera y que sus giras pasaron de durar meses a extenderse solo por días para poder pasar más tiempo con Violet Mae, Harper Willow y su mujer Jordyn Blum. A ellos les ha dedicado canciones, y a tantas personas más que han sido su inspiración, como es el caso de George Harrison, su Beatle preferido, para quien escribió Oh, George en 1994.
Este año lo encuentra con el lanzamiento de un nuevo disco de Foo fighters: Wasting light, con un concepto que mantiene el estilo de los últimos discos y también lo potencia. El disco fue producido por Butch Vig, quien produjera 20 años atrás Nevermind, el techo musical al que llegó Nirvana en su momento. Casualmente está por lanzarse la edición aniversario de aquel mítico disco y varios son los rumores que indican que se realizará una celebración particular con los ex miembros de la banda. Al respecto Grohl dijo: “¿Sabes? Tiene gracia, porque parece un aniversario de boda. Es algo sobre lo que alguien te avisa con una semana de antelación y tú te agobias y vas a comprar unas flores. Pero no me extrañaría si ocurre algo muy especial, tenemos algún as guardado en la manga. La verdad es que aún no puedo decir nada. Pero ya lo verán. Será divertido.” Ya lo veremos.

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