sábado, 9 de julio de 2011

Xul Xul Xul

En el barrio porteño de Palermo, emplazado en la calle Laprida al 1212, se encuentra el Museo Xul Solar, un edificio de cien años de antigüedad que fue la residencia del artista y que tras su muerte se convirtió en la sede de la Fundación Pan Klub que hoy día tiene competencia en la conservación y difusión de la obra de Solar.
Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari, quien se auto-rebautizó como Xul Solar en concordancia con todo un universo que él mismo había creado, pensó un lugar que funcionara para encuentros culturales: el Pan Klub. Luego de su muerte en 1963, su mujer Micaela Lita Cadenas decidió conservar la obra, para lo que en 1986 se creó la fundación que inauguraría el museo el 13 de mayo de 1993, tras una serie de remodelaciones, y que también se ocupa de mantener la casa donde el artista vivió sus últimos años, en el delta del Tigre.
El museo es un fiel reflejo de la obra del artista, si bien él lo había pensado y hasta hay planos de la construcción que soñaba, no hay nada que se asemeje más a la vista actual que alguno de los cuadros del genio Xul Solar. Escaleras, idas y vueltas, pasillos, entradas y salidas, todo un laberinto de cemento que induce a agasajar la mirada en cada paso que se da.
El interior alberga tanto su obra como pintor como sus intervenciones artísticas y más creativas, como por ejemplo el Piano Modificado que permite un aprendizaje más rápido del instrumento así como la intercalación de tonos en filas intermedias de teclas, y con el también, ideó una escritura que suprime los bemoles y los sostenidos.
En un sector del salón principal se encuentra una placa que reza: “A Jorge Luis Borges, amigo íntimo y hermano espiritual de Xul Solar. Esto deja en claro la íntima relación que había entre estos gigantes de la cultura argentina que sirve como apoyo para comprender –para quien conoce más la obra de uno que del otro- las inspiraciones que los guiaban en su camino a la creación.
En ese mismo salón puede consultarse cierto material de consulta que está a disposición del público y consta de textos que explican el por qué del museo, algo sobre la vida de
Xul Solar y, volviendo a su relación con Borges, entre esos folios se encuentra una conferencia dictada en 1980 en la Fundación San Telmo en la que el escritor, entre otros halagos, destaca la biblioteca privada de Solar.
Visitar el museo es adentrarse en la mente del artista, acercarse un poco más a sus cuadros e imaginarse dentro de uno. Esto puede se hacer de martes a sábados de 12 a 20 horas, y por una entrada de $10. Al pasar la puerta ya no importa cómo es el recibimiento, o qué malas sean las caras de los empleados, el arte lo inunda todo.

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